domingo, 7 de julio de 2013

LAS CRONICAS DE NARNIA: HISTORIAS DE BASKET EN LINARES (Parte 2)

            Esta es la segunda parte de la colaboración que hizo mi amigo Gregorio Garrido García (@gargargre) con la página web de Cafeter@s ( http://cafeteros.tk/ ) . En sus “Crónicas de Narnia” (ver primera parte - http://espiritucafetero.blogspot.com.es/2013/06/las-cronicas-de-narnia-historias-de.html - ) nos relataba como era el baloncesto en Linares allá por los 60 y 70. En esta segunda entrega he recopilado dos nuevos textos. El primero de ellos trata sobre los Orígenes del “Trofeo San Agustín de Baloncesto”:

01 - Cartel V Trofeo San Agustin 1972

            “Aprovechando la celebración de las Ferias y Fiestas de San Agustín, comienzo esta nueva temporada hablando del Trofeo de Baloncesto que en estas fechas se celebra y que hace honor al nombre de nuestro patrón.


            Es muy probable que la mayoría de los aficionados linarenses no sepan en que año comenzó el Trofeo “San Agustín” de Baloncesto y que inicialmente solo se contaba con la modalidad masculina.


            La primera edición del Trofeo “San Agustín” de Baloncesto (masculino), tiene lugar en el año 1968. La idea se gestó bajo el mandato del Alcalde D. Leonardo Valenzuela Valenzuela. Bien es verdad, que en esas fechas las responsabilidades municipales de festejos y deportes recaían en personas vinculadas al mundo del deporte de Linares en general, y en particular al del baloncesto. Nombres como Juan Esteban Díaz García y Daniel Jiménez Moreno, fueron los encargados del fomento y la puesta en marcha de este Trofeo.


            Este año de 2009, se tendría que celebrar la edición XLI del Trofeo, pero he comprobado que la edición es la XXX. Este desfase de numeración debe tener una explicación, la cual desconozco debido a mi desconexión durante bastantes años con el baloncesto linarense, pensando que solo puede haber dos razones: bien, puede que el trofeo no se haya celebrado durante años, o puede que se trate de un error numérico.


            Como ya he mencionado, la iniciativa surgió en el seno del propio Ayuntamiento de Linares, pero no así su organización, pues como ocurre, ahora la misma se cedía a algún club o equipo de los existentes en aquella época. Fueron varias las ediciones en las que personalmente me impliqué como un miembro más en la organización del trofeo, pero había muchos más: José Miguel Díaz, Pepe Almansa, Rafael Martínez, Alfonso García…, tienen mucho que ver con la existencia de este trofeo.


                 Quiero resaltar que las primeras ediciones eran de un buen nivel, pues participaban equipos que destacaban en las diferentes ligas de España: El Canoe de Madrid, el 2º equipo del Real Madrid o el Fernando Luque de Jaén, son ejemplos del nivel que este trofeo tenía en su inicio. Otras características que tenía era la de homenajear a personajes vinculados al Baloncesto de Linares, como el caso de Manuel Jesús Merino (ver primera entrega).


            Como es normal por aquellas fechas los carteles anunciadores del trofeo eran modelos tipo estándar utilizados por el Ayuntamiento para anunciar las actividades deportivas de la feria. Fue en la V edición, cuando nos propusimos hacer un cartel algo diferente y específico para anunciar el Trofeo San Agustín de Baloncesto, pero queríamos que fuera algo único.


            Al igual que ocurre con CAFETER@S, coincidíamos un grupo de amigos cuya afición al Baloncesto nos unía, aunque unos lo practicábamos más que otros debido a nuestra vinculación en competiciones federadas. Durante el verano coincidíamos para ir a la piscina Benidorm, tomar alguna que otra cervecita y sobretodo para jugar nuestras “pachangas”. Otros, más bien acudían como espectadores, pero en definitiva todos teníamos el gusanillo del baloncesto. Pues bien, en este grupo había un buen amigo, Luis Maroto Valdivia, que se le daba bien dibujar y al conocer nuestras pretensiones se ofreció para colaborar desinteresadamente en el diseño del cartel que anunciaría el V Trofeo San Agustín de Baloncesto del año 1972.


            Cuando pensé que en “Crónicas de Narnia”, podía hablar de los orígenes del Trofeo de San Agustín, investigué sobre el paradero de este buen amigo, dado que en 1973 se marchó de Linares y había perdido su pista. Mi pretensión era hacerle saber mis intenciones de hablar sobre el cartel que diseñó. Lamentablemente no ha podido ser, pues me informaron que falleció en el año 2006.


            Este es el motivo por el que desde estas líneas, quiero rendir homenaje a un gran artista linarense, aunque en su caso no haya sido popular, tenía un gran talento para el dibujo. Por esta razón me he permitido, además de publicar el cartel del V Trofeo San Agustín, publicar otros dibujos, sacados de distintas colaboraciones que al parecer tenía en la revista “El Ingenioso Hidalgo”, del IES Cervantes de Madrid donde ejercía como profesor de Dibujo. Descanse en Paz."


NÚMERO
DIBUJO, ILUSTRACIÓN O VIÑETA
01
Cartel del V Trofeo San Agustín 1972
02
Caricatura. Gregorio jugando al ajedrez en Piscina Benidorm
03
Dibujo. Conmemoración 450 años del nacimiento de Cervantes
04
Viñeta. Conmemoración 450 años del nacimiento de Cervantes. Don Quijote y Sancho
05
Viñeta. Conmemoración 450 años del nacimiento de Cervantes. Don Quijote y Sancho
06
Viñeta. Conmemoración 450 años del nacimiento de Cervantes. Don Quijote
07
Dibujo. Alumnos en el aula
08
Viñeta humorística. Vida cotidiana del centro educativo
09
Viñeta. Toma de decisiones en el centro educativo
10
Viñeta. Festival de música del centro educativo
11
Ilustración. Interés en la revista del centro educativo
12
Viñeta humorística. Sistema Educativo ESO
13
Viñeta humorística. Sistema Educativo ESO
14
Viñeta humorística. Sistema Educativo ESO
15
Tira humorística. Mercadillo instalado en las mediaciones del centro educativo
16
Caricatura. Carlos Sahagun (Premio Nacional de Poesía)
17
Caricatura. Antonio Muñoz Molina (Escritor y Académico)
18
Ilustración. Recordando a Camarón
19
Viñeta. Sócrates
20
Viñeta. Sócrates
21
Ilustración. Niño durmiendo





             


















El segundo de los textos de @gargargre trata de la participación del Santana Club de Baloncesto en los Juegos Laborales Juveniles.

            “Hoy quiero hablaros de los JUEGOS LABORALES JUVENILES y de cómo el equipo de Santana Club de Baloncesto representó a la provincia de Jaén en los mismos.


            Os aclaro que el Santana Club de Baloncesto no tiene nada que ver con el equipo conocido actualmente como el CB Linares Santana (por cierto, creo que ya ha desaparecido), salvo en el hecho de que los dos utilizan el nombre de “Santana”. Por otra parte, estoy convencido de que la vinculación de ambos equipos con la empresa Santana no ha sido la misma. En primer lugar, porque el CB Linares Santana se creó en el año 2003 y el club (o equipo) del que os hablo nació casi con la instalación de la empresa Metalúrgica Santana en Linares, allá por el año 1960. Esto quiere decir que el equipo se fundó en el seno de la propia empresa y los jugadores eran trabajadores de la misma.


            Por aquellos años en España existía la llamada Obra Sindical de “Educación y Descanso”. Esta obra dependía de la Delegación Nacional de Sindicatos de FET y de la JONS, cuyo principal objetivo era que los trabajadores disfrutaran de los bienes de la cultura, de la alegría y del deporte. Prácticamente todos los productores (trabajadores) de las empresas españolas estaban sindicados, pues era la única forma de poder participar en las distintas actividades que Educación y Descanso organizaba, tales como: Educación física y deportiva (competiciones, concursos, etc.), Educación artística (fomento de la práctica de aficiones artísticas), Extensión cultural (propagación por los centros industriales de la cultura en sus aspectos generales), Viajes y excursiones (posibilidad de disfrutar las vacaciones en residencias de verano)… Además, los aprendices de las empresas, si deseaban desarrollar actividades deportivas, debían pertenecer al llamado Frente de Juventudes, dependiente de la Delegación Nacional de Juventudes, que estaba formado por la Organización Juvenil Española (OJE), las Falanges Juveniles de Franco y las asociaciones filiales y colaboradoras.


            En este contexto nacen los JUEGOS LABORALES JUVENILES. Estos juegos eran de carácter nacional y su convocatoria dependía de la Obra Sindical Nacional de Educación y Descanso y de la Delegación Nacional de Juventudes. Consistía en una reunión de jóvenes trabajadores representantes de diferentes empresas para competir en varias disciplinas: Atletismo, Baloncesto, Balonmano, Balonvolea, Fútbol, Natación y Pelota a mano. El proceso para que un equipo participara no lo recuerdo muy bien. Creo que era la propia organización quien seleccionaba las empresas (sólo las que tenían cierta relevancia) para su participación, en función de las actividades deportivas que en ellas se practicaban. Se tenía en cuenta que estuvieran presentes casi todas las regiones españolas. No había, por tanto, competiciones previas de clasificación.
            La 1ª y 2ª ediciones de los Juegos Laborales Juveniles se celebraron en Madrid en 1964 y 1965. La 3ª edición se celebró en Asturias, del 11 al 16 de octubre de 1966, siendo en esta edición cuando la Empresa Metalúrgica Santana fue seleccionada en representación de la provincia de Jaén.


            Como ya he contado en una entrega anterior, el equipo de SAFA pasó a ser el equipo de OJE y los jugadores que lo integrábamos éramos a su vez trabajadores de Santana (lógicamente, con la categoría laboral de aprendices).
Ya he comentado más arriba que en esas fechas la empresa Santana tenía un equipo de baloncesto que participaba en la 3ª División Nacional, pero que no tenía un equipo juvenil. Fue a través de Eduardo Algarra, entrenador del equipo de OJE, que pudimos participar en los III Juegos Laborales Juveniles con el nombre de SANTANA, representando a la provincial de Jaén. Aún recuerdo la sesión de entrenamiento del equipo OJE en la que nos comunicó nuestra participación. Podéis imaginar la alegría y satisfacción de todos (teníamos entre 16 y 17 años) al encontrarnos con la posibilidad de participar en un campeonato nacional, ¡nada menos que en Asturias! ¡Una provincia que solo habíamos visto en el mapa! No podíamos dar crédito… Todo al principio parecía perfecto: costes pagados, nuevas equipaciones… vamos, un “sueño”. Pero, como ni siquiera los sueños son perfectos, cuando faltaba una semana para emprender el viaje, empezaron los problemas:

1º)              Se nos informó de que el dinero que en un principio se nos iba a enviar para costear el desplazamiento, se nos pagaría en realidad al término de los juegos.

2º)              Santana nos comunicó que no designaba a ningún representante de la empresa como Delegado de Equipo, que únicamente nos facilitaba las equipaciones, así como la documentación acreditativa de pertenecer a la empresa. Esto nos hizo sentir un poco solos.

3º)              Nuestro entrenador tuvo problemas personales y nos dijo que no podía acompañarnos. Esto sumó a la soledad, el desamparo.

4º)              Para colmo de nuestras desdichas, de los doce jugadores que componíamos el equipo, tan solo se pudo contar con siete, pues no todas las familias estaban dispuestas a que su hijo se marchara una semana a mas de 700 km., sin otro medio de contacto que el teléfono público (y eso para aquellos que tuvieran teléfono en casa).


            Ante esta situación, sacamos pecho y decidimos ir a pesar de las dificultades. Teníamos claro que no podíamos perder una oportunidad como aquella, y nos pusimos a organizar aquel viaje sabiendo que sería una verdadera aventura. Lo primero que hicimos fue nombrar a un responsable del equipo (no delegado), lo segundo fue decidir qué medio de transporte utilizaríamos y lo tercero tratar de conseguir algún jugador de refuerzo. En relación con el responsable del equipo, se decidió por unanimidad que fuera el capitán, Sindo Garrido (mi hermano). Con respecto al transporte, acordamos que lo mejor sería contratar un microbus o taxi. Por último, la cuestión del jugador de refuerzo la resolvimos a última hora, convenciendo a un joven jugador que despuntaba en otro de los equipos de OJE y que trabajaba como aprendiz en la fundición La Constancia. Finalmente el equipo quedó configurado de la siguiente manera: Gumersindo Garrido García (cap.), José García Lorente, Juan Olivares Torres, Manuel Godoy Arévalo, Jerónimo Fuentes Segura, Salvador Castillo López, Gregorio Garrido García y el refuerzo Fernando Camacho. Bien, ya éramos ocho jugadores; con ese número (aunque insuficiente), nos daba un poco de tranquilidad emprender nuestra aventura, pues teníamos, al menos, tres jugadores para el banquillo. 

            Es interesante que os cuente cómo realizamos el viaje a Asturias. Como ya he dicho nos planteamos dos opciones para el desplazamiento: contratar un microbús o contratar un taxi que tuviera suficientes plazas. Ante la falta de dinero previo (dificultad número uno) y como no sabíamos exactamente cuánto nos darían una vez terminada la competición, nos inclinamos por alquilar un taxi, al ser este mas barato y mas rápido. Hablamos con un taxista joven muy marchoso (recuerdo su nombre, Blas) que accedió a realizar el viaje y cobrar a la vuelta. El problema era que el taxi, un Seat 1500, sólo tenía 7 plazas (ver foto), y nosotros éramos 8 jugadores y el conductor 9. Curiosamente, Blas no se lo pensó dos veces y aceptó llevarnos, diciendo que no nos preocupáramos por el tema de las plazas; la única condición fue que el viaje lo hiciéramos por la noche (con nocturnidad y alevosía).


            Así fue como el día 10 de octubre de 1966, a las 17 horas, salió el equipo de baloncesto de Santana hacia Asturias. La solución que dio el taxista para que cupiéramos los nueve fue colocar unos trasportines entre los asientos. ¡Cafeteros, podéis haceros una idea: nueve personas en un coche de la época recorriendo más de 700 km. durante toda la noche! Un anécdota: Eran las 7 de la mañana, habíamos atravesado toda España, nos habíamos librado de un montón de parejas de la Guardia Civil, y justo cuando solo faltaban unos 20 km. para llegar a Oviedo, rodeados por una niebla de espanto, nos cruzamos con una pareja motorizada de la benemérita. El segundo motorista, al pasar a nuestro lado, se quedó mirando el coche. Blas (el taxista) se percató por el retrovisor de que estaban dando la vuelta. Aprovechando que habíamos pasado una curva y no nos veían, paró en seco, abrió la puerta de atrás y dijo que saliera uno rápidamente y que se fuera andando. ¿Y a quién le tocó salir? Justo lo que estáis pensando: a mí, Gregorio Garrido. Poco más o menos me echó del taxi. Salí sin abrigo ninguno, en mangas de camisa, y me retiré del coche todo lo que pude. No tenía ni idea de dónde estaba ni de hacia dónde iba. Sólo recuerdo una niebla tan espesa que no se veía ni a 5 metros. Pues bien, a los pocos minutos, oigo el ruido de una moto que se acerca a mi. Me vuelvo y era uno de los policías. Me pregunta: “¿Chico, hacia donde vas?”. Lo miro y señalo hacia delante. Luego me pregunta: “¿De dónde vienes?” Y solo se me ocurrió decirle, señalando hacia el coche: “De allí”. El guardia me invitó a que volviera al coche y cogiera algo de abrigo, antes de que me acatarrara. Cuando llegué al coche, Blas (el conductor) estaba bromeando y fumándose un cigarro con el otro guardia. Todos los compañeros se descojonaron de la risa. Al final pasó lo que jamás habríamos imaginado: los motoristas nos escoltaron hasta la carretera que nos conduciría al lugar donde teníamos que alojarnos.


            Eran las 9 de la mañana cuando llegamos por fin a la Ciudad Sindical de Perlora, donde estaba previsto que todos los participantes nos alojáramos. Es difícil describir este lugar; para que os hagáis una idea, era como la villa olímpica de unos juegos: el entorno, maravilloso; un edificio central que lo llamaban la casa madre rodeado de chalets. Nuestro equipo se instaló en dos chalets separados por unos jardines de unos 500 m2 (ver las fotos). Poco tiempo tuvimos para disfrutar del paisaje y de las dependencias, pues rápidamente nos fuimos a jugar el 1º encuentro, que era a las 10:30 h. en Avilés (aproximadamente a 20 km).


            Como dato curioso, os diré que no conocimos los nombres de los equipos que participaban hasta que no llegamos a Perlora. Es verdad que teníamos que haber llegado el día 10, fecha en que tuvo lugar la recepción de los equipos y los sorteos. Los equipos participantes eran: AEG de Tarrasa, EM Industrial de Mérida, Unión Naval de Valencia, EM Industrial de Avilés, Unquinesa de Vizcaya, Metalúrgica Santana de Linares, Standard Eléctrica de Madrid y E. Nacional Bazán del Ferrol.
            El primer encuentro lo disputamos contra Unquinesa de Vizcaya. No faltaron anécdotas para contar: la primera, que llegamos tarde; la segunda, que éramos el único equipo que no llevaba entrenador. Después tuvimos que dar el nombre del Delegado de Equipo y como no teníamos (dificultad número 2), no se nos ocurrió otra cosa que dar el de Blas el taxista (que no tenía ni idea de baloncesto y liaba a todo el mundo cada vez que hablaba). Cuando la organización llamó a Santana de Jaén para saltar a la cancha, nosotros hicimos caso omiso, porque no conocíamos ningún Santana en Jaén, pero sí en Linares. Salimos (con la cabeza bien alta) cuando, después de varias reivindicaciones, dijeron “Santana de Linares”. La última anécdota reseñable fue que el público confundió, debido a su parecido, a nuestro jugador Fernando Camacho con Emiliano Rodríguez (jugador del Real Madrid), lo que generó todo tipo de cachondeo.


            Podría estar hablando un buen rato de cosas que ocurrieron durante aquellos días, pero no quiero resultar pesado. Por tanto, para terminar, os diré que después de las penurias pasadas, conseguimos un honroso cuarto puesto (el primer puesto lo consiguió AEG de Tarrasa).
            ¡Ah! Se me olvidada, el acto de clausura y entrega de premios se realizó el domingo 16 al medio día, lo que supuso que no nos pudiéramos quedar al mismo (queríamos estar lo antes posible en Linares, así que salimos temprano de madrugada). Nos habían liquidado los gastos de desplazamiento la tarde anterior, así que pagamos al taxista y, como sobraron 200 pesetas, nos las repartimos entre los ocho jugadores.


            Y esta, queridos cafeteros, es la historia de lo que aconteció a los intrépidos miembros de aquel equipo, el primero de Linares en haber participado en una competición juvenil a nivel nacional. Doy las gracias a mi hermano Sindo que me ha recordado algunos detalles de la aventura que vivimos juntos.”

            Próximamente seguiremos con la tercera parte de estas "Crónicas de Narnia". Espero que estos textos os ayuden a conocer un poco mejor como fueron los duros comienzos del baloncesto en Linares.

Gregorio Garrido García

@gargargre

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